Nuestra segunda participante en el proyecto, ``¿Qué esconde tú pueblo?´´ es:
Angelines Chávez Álvarez.
Todo el mundo piensa que las casas de los pueblos son simples y están pintadas de blanco, pero esta peculiar y elegante vecina, nos enseña una casa inundada por el color y la alegría, características que afirma tener en si misma-
``Una casa es el espejo de sus dueños´´
Aquí podemos verla junto a su perrita Godiva, una fiel compañera que con su gracia, es capaz de hacer reír a cualquiera.
Pero en su casa no solo llama la atención por sus colores, si no también por la historia que esconde cada mueble, cada rincón que su propia dueña crea con su personalidad fuerte y estilizada.
Comenzaremos por su salón, una mezcla de lo clásico y lo viajado.
En el se mezclan los estampados florales y los tonos amarillos con rosas palos y salmón, pasando sin dudar por los dorados y peculiares toques de azules y lilas. También los distintos tonos de sus muebles.
Bombonera portuguesa, comprada en un chamarilero
``Mis nietas sienten pasión por ella´´
Mi pregunta fue sencilla, ¿Por qué azul entre tantos tonos cálidos? a lo que respondió con un simple, ``Color´´
Juego de té comprado en Marruecos durante su estancia en Ceuta.
Platos de Versace.
Los compro en Toledo, admite ser una enamorada incondicional de Versace, y no pudo resistir la tentación, ya que al verlos le fascinaron de tal modo que necesitaba tenerles. Sabe que son una serie, y le encantaría volverse a chocar con alguna de estas joyas y poder adquirir más.
El marco dorado, perteneció a su tatarabuela, y ella le compro esa lamina.
La joya de la corona y el ultimo parón en su pequeño y gran salón. El mueble chino, comprado en 1970 en Melilla, hecho en ébano y madre perla, único en el mundo y de gran carisma y elegancia. Lo mas curioso, es que es un mueble bar.
Saliendo del salón, podemos encontrar una zona de descanso.
Mesa de caoba, portuguesa, comprada también en un chamarilero.
Espejo heredado, no sabe darle fecha, ya que siempre lo ha visto allí, y sus padres y tías le dijeron que siempre había estado en ese lugar.
Y llegamos a su suite, una ampliación que hizo hace unos años, sus muebles tienen mas de dos siglos.
Como hemos podido ver toda su casa esta repartida de flores, por que le dan un toque de alegría y aun más color.
Entrada a la casa, también pintada en rosa y con una lampara sevillana de origen árabe comprada en un anticuario del lugar.
Nuestra anfitriona junto a una chimenea de origen portugués, copia de una que vio en un pequeño pueblo de Portugal.
Espejo adquirido en una subasta en Lisboa, asegura que fue un bonito recuerdo del viaje.
Su sala de estar, la antigua cocina. Es su lugar preferido, donde se siente recogida y tranquila, su centro de operaciones, su taller y su espacio vital.
El patio, un centro de naturaleza cargado de vitalidad y paz.
Pintado al estilo portugués con tonos azules, blancos y amarillos.
Una casa es el espejo de sus dueños, su espejo refleja una vida cargada de elegancia y buen gusto, una vida cargada de alegrías y penas, pero sobre todo una vida de persona que solo quiso, quiere y querrá ser tan feliz como sus ojos reflejan y como ella se siente.
``Tú eres el color y las flores, por que la vida no es solo blanco y negro, es color.´´